¿A quién le gustan? No hay alguien que diga «yo». Como una mamá apasionada de la lectura así como de criar a mi hijo con amor y respeto he tratado de mantenerme ecuánime a la hora de que el pequeño me empieza con su drama de berrinche.
Conforme pasan los meses ha ido perfecccionando este arte, no hay día que al menos no haga uno de ellos.
Hoy por la mañana comenzó el citado, tenía que ponerle el uniforme del colegio: dió patadas, hizo como que lloraba, se giraba en la cama… mientras yo hacía gala de paciencia y respiraba hondo…
Aún así lo logré vestir, pero a la hora de bajar por las escaleras comenzó a darme de manotazos en la cara, esto mientras yo le decía «no se le pega a mamá».
¿Sirvió? no mucho, creo que solo provocaba que me siguiera pegando, yo seguía con el «Hijo, no se le pega a mamá«, cada vez con un tono mayor mientras el me daba ya con medianas fuerzas, ya no solo para golpearme si no para demostrar que el lo seguiría haciendo, ¿qué quería conseguir?.
Consiguió que le agarrara la mano fuertemente y que le gritara muy molesta «Ya te dije que no se pega, ¿que no entiendes?», al momento me di cuenta que los nervios estaban a full, que consiguió que me enojara, que hice lo que los métodos de crianza te desaconsejan: enojarte.
Llegamos a la sala y se sentó molesto y llorando, le puse el canal de Disney y se calmó un poco, le ofrecí la teta y asunto arreglado, como si nada hubiera pasado, eso sí, con una lagrimita rodando.
Mientras lo veía pegado a mí pensaba: «no puede ganarme su berrinche, yo soy la adulta y debo contenerme para no caer en el juego», mucha lectura y todo pero a veces la situación te sobrepasa y reaccionas sin pensar».
Hay que hacerlo porque las palabras lastiman más que los golpes y en niños tan pequeños como el mío el tono es como ellos valoran que tan enojados estamos.
No quizo desayunar, apenas un poco de su lechita, una barrita de cereal… cuando ibamos rumbo a la escuela escuché que decía:
– …»cacha»…
– ¿Que pasó hijito?, no te escuché!
– «Ayó cacha»… (adiós casa).
– Si mi vida, adiós casa, ya vamos a la escuela.
– Equela, chi… (escuela, sí).
Que rápido se la pasan las cosas a los niños mientras nosotros seguimos pensando y pensando el por qué o el cómo.
¿Tienes alguna fórmula mágica para desaparecer berrinches? ¡Te la compro!
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Gracias Ale!
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Ay amiga, este post me cayó como anillo al dedo, de hecho planeaba poner uno similar al terminar de hurgar en tus post anteriores, justo acabo de pasar algo similar y descubrí la fórmula mágica: HABLARLE CON PACIENCIA; EXPLICARLE LAS RAZONES Y DECIR POR FAVOR…nada fácvil cuando todas las malas palabras que te sabes estan zumbando en tu cabeza, no??….´pero no queda de otra, hay que criarlos con amor
Hola Any, he estado visitando tu blog en los ultimos días. Soy mama de Luis Fernando (Síndrome de Down) y es casi de la edad de Hector (04/06/2007). Te cuento que a Luifer ya le dan sus berrinches, últimamente lo que hemos hecho es distraer su atencion, lo que nos esta resultando en estos momentos es decirle: «vamos a contar tus deditos, uno, dos tres….» y nos ha funcionado, se pone a contar sus deditos, se entretiene y aprovecho de vestirlo si es el caso o peinarlo, o quitar de su vista lo que esté queriendo agarrar en ese momento y sea peligroso. En fin yo creo que distrayendo su atencion podemos controlar un poco la situación.
tenemos tanto que aprender de ellos, verdad? Yo también a veces veo que me puede mi enfado, son reacciones aprendidas en la infancia, tan difíciles de controlar! Pero lo intento, y le explico que mamá también se enfada, y que no lo hace bién…
Un beso muy fuerte, te he agregado a mis links, así no te pierdo!
aun no me toca pero creo que no se tardara mucho paciencia tengo pero no se si sufuciente, aveces pensamos que tenemos que demostrarles nuestro poder como padres es la mejor opcion para que nos respeten y obedescan, saves ami me enseñaron a no hacer berrinches de una manera fuerte y no quisiera utilizarla para con Allen aun que pienso que llegado el momento no se como fuera a reaccionar.
espero encuentreas la formula y nos la pases o hacerle como dice Ale de una manera divertida y creativa.
saludos.
Lo de los berrinches es complicado y parece que nunca estás suficientemente preparada para tratarlos.
Precisamente ayer mi hija tuvo uno de la forma más tonta en una pelea con su hermano.
Curiosamente estas cosas ocurren cuando están muuuuyyy cansados.
Lo que a mí me ha funcionado, distraerles con cualquier cosa, evitando el foco del berrinche, y si la cosa sube de tono y no quiere reaccionar, dejarle un tiempo solo/a hasta que se calme un poco, ya que quedarte lo único que hace es aumentar su nerviosismo.
Cuando están un poco más tranquilos, abrazarles para que sepas que estás ahí con él y que le quieres a pesar de todo lo que haya dicho o hecho.
Otra opción puede ser que el papá lo atienda, si el berrinche está entre vosotros dos.
Creo que es algo totalmente normal y que hay que pasar por ellos porque están creciendo. Lo mejor sería poder anticiparnos a que lleguen a estos estados pero eso a veces es imposible. Supongo que paciencia y no perder el control es lo mejor.
Pues si, esas salidas corriendo en las mañanas son terribles! Me alegra no tener que hacerlas mas. Pero si, como dice Ale, entre mas tiempo tengas mejor. Y cuando la cosa se pone dificil pensar: Bueno, que es lo peor que puede pasar, ¿Llegar tarde?, si lo piensas asi, te das cuenta de que no es el fin del mundo si llegas tarde y tal vez con mas calma puedas resolver con mas tranquilidad la situacion.
Any si la consigues avisa!! ja
Es normal lo que sucede, lo importante es que te sepas controlar, a todos se nos agota la paciencia tarde o temprano.
En mi caso cuando Martu se pasa de berrinche la dejo que llore en la pieza y le digo que hasta que no se le pase no salga, 2 vveces lo hice y las dos resultaron, se asoma y me dice » mamam pashoooo»
vamos a ver más adelante!!! jaja
besos!
Charrros! es lo unico que puedo pensar mientras me como mi barrita de amaranto, aun no llego a eso, y creo no estar preparada, a mi me calmaron los berrinches de la peor manera, cosa que contare en un post, pero incluia golpes.
Mi paciencia, no es precisamente mi virtud, pero conciliar es una forma. Por veo tu hijo lleva uniforme, si no se lo quiere poner, llevalo en pijama o con otra ropa y llegando a la escuela hazle saber que no lleva el uniforme y no puede entrar a la escuelita sin el (obvio tu lo llevas en el carro), se lo pones rapido y que para la proxima se va a quedar fuera de jugar con sus amiguitos, por no usarlo.
Un poco de acción-reaccion de la manera mas suave.
saludos.
indira palma.
Any, yo creo que el comentario de «ALE» es totalmente acertado, date tiempo, tomalo con calma, ademas que igual Héctor como Sebastian estan cada ves mas cerca de los dos años y de los famosos» terribles dos» terribles mas para los pequeño que para ti porque ellos estan luchando con el ser yo niño y el ser yo bebe, lo que esta bien lo que no y hasta donde puedo llegar con lo que hago y no es que no entienda, simplemente estoy siguiendo un impulso» busca info te ayudara mas
Ay Any…Precisamente la «fórmula» es una de las pocas cosas que en esta vida no se pueden comprar: Tiempo.
Tiempo para acostarte tranquila y serenamente en la cama junto a él y preguntarle por qué no quiere ponerse el uniforme, o tiempo para hacerle cosquillas y contarle un cuento mientras lo vistes distraido. O tiempo para negociar qué ropa quiere ponerse y echar carreritas a ver quién se viste primero…
Tienes razón en una cosa, TU eres la adulta, tu tienes muchos más recursos para no caer en el enojo y la frustración, úsalos y matas dos pájaros de un tiro: evitas tu berrinche y enseñas a tu hijo con el ejemplo cómo hacer cuando estamos enojados.
un abrazo.
Amiga por un momento pense que estabas describiendo a mi Sebastián y por supuesto a mi.
Las dosis de paciencia que tenía se me acabaron hace tiempo 🙁
Ahora estoy recetando a mis hijos la paciencia y la tolerancia espero a ellos les funcione mejor que a la mamá.
Hola Any !!
Aun no llego a eso… pero cuando llegue tu ya habrás avanzado y haber si encuentras la formula mágica y me la pasas jeje….
Saludos ¡!