Tengo un remordimiento de conciencia, no muy grave pero sí constante, resulta que la abuela paterna de mis hijos tenía un pez, de esos chiquititos Beta naranjas que son tan comunes en las familias, es un pez muy simpático y de bajo mantenimiento, solo el cambio de agua y su comidita en escamas.
Pues resulta que hace poco mi suegra salió de viaje y me lo encargó, y esta mamá tiene la cabeza en todos lados, haciendo que me acordara de todo menos de ir por el pez, así pasaron los días y el pez vino a mi mente como dos días antes que mi suegra regresara de viaje y ya no tuve cara para ir a buscarlo donde ello lo había dejado encargado.
El pez sobrevivió al cuidado de un vecino de ella, que suponemos se encariñó con el animal o le gustó mucho que lo regaló a alguna novia o vaya a saber a quien, el caso es que mi querida suegra se quedó sin su pez de compañía.
De todo esto me vengo a enterar apenas hace unos días, ya que mis hijos le preguntaron donde estaba el pececillo.
Como se imaginarán yo deseaba que me tragara la tierra, en ese momento pensé que tenía que hacer una búsqueda especial, como animales y mascotas en OLX, para reponer de inmediato el pez de mi suegra, la verdad es que no entiendo como se me pudo olvidar que tenía que pasar por la mascota de compañía de la abuela de mis hijos, le pedí mil disculpas y sigo muy apenada.
Lo mas indicado es que yo le haga un regalo, la nueva mascota que seguramente será un pez al que le podrá platicar y alimentar en sus ratos de ocio, aunque mi suegra es no es una abuela de edad avanzada, se que el animalito ya era parte de su compañía en casa y estamos considerando llevarle uno nuevo el próximo fin de semana.
Con la ilusión de sus nietos y el cariño de su nuera espero que le guste y me disculpe el olvido con este detalle que espero sea muy especial para ella.
Foto: Flickr/merec0
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