Hace unos meses platicaba con mamás amigas del colegio de mis hijos, especialmente con las de los compañeros de mi niño de tercero de primaria, sobre el noveno cumpleaños de los chicos, que gradualmente van teniendo uno por uno en el salón de clases.
La mayoría de los niños se conocen desde la etapa temprana de kinder, es por eso la confianza entre las madres para hablar temas comunes sobre el crecimiento y pautas de conducta.
En una de esas charlas una de ellas comentó. “¿Ya notaron que dieron un salto en conducta? Cómo que les cambiaron el switch y ahora son más introvertidos e independientes”. La mayoría comentó que era cierto, cada una con su hijo en casa notaba los cambios, pero pensábamos que eran únicos de nuestros hijos.
No importaba si hablábamos de un niño o una niña, las pautas de conductas que empezamos a descifrar en común de nuestros chicos fueron las siguientes:
Todo se cuestionan
Quieren saber el porqué, el cómo, el hasta dónde de cómo funciona el mundo, la vida, Dios, el universo y demás dudas relacionadas con su entorno.
Poco pacientes
Si antes no peleaban con su hermano, ahora las discusiones son más frecuentes; no quiere juntarse con ciertos amigos, los castigos los siente injustos.
Hacen sus equipos
Empiezan con sus clubs de Tobi, las niñas con las fiestas con solo sus amigas. Las albercadas dejaron de ser mixtas y ya no quieren posar juntos en una foto donde se tengan que abrazar.
¡Flojera!
Lo que antes hacían de forma automática con la orden de mamá, ahora la replican. ¿Por qué tienen que levantar su cuarto?, ¿Por qué tienen que recoger su plato de la mesa?, ¿Por qué tienen que dejar listo su uniforme en la noche?
Te fulmina con los ojos
Algo muy raro, vez algo en su mirada que antes no existía, casi siempre es enojo: cuando lo regañas por hacer o no acatar una orden, o cuando obtiene una consecuencia por bajar sus calificaciones y lo peor es cuando escuchas entre dientes un te odio.
Quizá tu hijo de nueve años no encaje en todas la características en la que coincidimos que nuestros hijos están afrontando, pero comprendemos que esta transición es sumamente normal y que están a un paso de la adolescencia.
Les quedan tres años más en la escuela primaria, se convierten en los niños del grupo de los grandes del colegio y ellos lo saben.
Mis amigas y yo hemos decidido afrontar esta nueva etapa con amor y respeto, y poder junto a nuestros hijos decir adiós a ese niño pequeño que hemos amado y que se nos va para madurar pronto en un chico mayor.
Foto: vía
Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.
¡Síguenos en Facebook! Da click aquí Mamá de Alta Demanda.