¿Pero es que hay alguien que de verdad pueda decir que es una «buena madre»? Ni la mía, ni mis vecinas, ni las de mi familia, ya que todas llegamos a carecer de «algo» en alguna etapa de nuestras vidas, ¡Quiero creer!
Ahora que ya tengo unas semanas con el tiempo dividido y me he venido al grupo de las «mamás que trabajan» me he dado cuenta que a veces esto es como un ring de boxeo.
Las que «trabajan fuera» consideran que están haciendo lo mejor para sus hijos, proveyéndoles el sustento, apoyando al padre con los gastos de la casa, ofreciendo a los hijos momentos de calidad, estando con ellos todo el tiempo libre que les deje el horario laboral.
Por el otro lado están las que «trabajan en casa», quiénes también consideran que estar allí es lo mejor para tener todos los aspectos de comodidad y limpieza cubiertos, hacer la tarea con los chicos, ofrecerles una buena alimentación a todos los integrantes de la familia, estar al 100% y no perderse de nada, poder criarlos como debe de ser. En fin que por los dos lados la mala madre es la de enfrente y uno se esfuerza por ser la mejor.
La carga de la madre es casi total
En estos tiempos donde tanto análisis hay para todos, si vas con un psicólogo te preguntará siempre «¿Cómo fue tu infancia?», «¿Qué relación tuviste con tu madre?», porque así es, con la madre, porque el padre pocas veces resulta culpable de nuestra psique adulta, ya que ellos o andan de viaje, o trabajan largas horas, muy ocupado el señor, y es así como la crianza acaba en los brazos amorosos y entendidos de la madre, porque así es la naturaleza maternal y porque así son estos tiempos modernos.
Mis razones de porque creo que soy una mala madre. No voy a enumerarlas, vaya, que si no me hundo en la depresión, más bien analizaré unas cuantas…
La comida no es mi hit, hago lo que puedo, lo que me gusta, intento llevarles comida saludable y muchas verduras, pero la mayoría de las veces veo caritas de «no me gusta» y acabo regañando por dos o tres bocados de pollo con arroz.
En mis prioridades postergadas tengo las vacunas, tengo meses llevando a los niños y cuando no es que pierdan un día de escuela es que ahora quién me cubre mi turno en la oficina, si me cubren igual tengo que llevar a los niños esa tarde y a la vez pasar horas con ellos considerando que tengan malestar, ¿Eso no es ser una mala madre? Mala, muy mala.
Grito. Sí, grito cuando la paciencia se me agota y llevan rato peleando por un juguete, cuando la nena le vuela un coche al mayor y éste le dice «robalona de carritos» y ella dice «mamaaá ve Hetor». Lo de «compartir» ya se volvió en cantaleta de todos los días, y de decirlo cantadito y bonito llega una hora en que les digo que «o se calman y comparten o me voy a quejar con el doctor que me ayudó a que salieran de mi panza!» Santo remedio, por un rato.
Sigo con más razones… ¡No gracias! La verdad es que estés o no trabajando el esfuerzo de una madre para mantener el amor y la armonía de un hogar, nunca es valorado en su totalidad, es más bien como «lo que tenemos que hacer». Una vez leí que si nos pagaran por todos los «servicios» que ofrece una madre en casa sería una de las profesiones mejor pagadas de la actualidad, ya saben, uno la hace de enfermera, sicóloga, maestra, ayudante de limpieza, chofer, cocinera, lavandera, amiga y no olvidemos al esposo al que también apoyamos con lo mismo y le sumamos lo de secretaria, amante, mensajera ¡y más!
Según la publicidad de la televisión ¿Qué necesitamos para ser buenas madres? Tenerles paciencia, vernos jóvenes y delgadas, sonreir mucho, compartir con las amigas, tener sexo gozoso con el esposo, salir de vacaciones, ser exitosas y no vernos ni sentirnos cansadas, ¡nada de fodonguez por favor!
¿Qué rico verdad? ¡Ojalá así pudiéramos ser todas las madres de familia! Pero hay tantas variantes para que este molde de ‘Buena Madre’ no se refleje en nosotros que no acabaríamos en este post.
Con una docena de libros comprados preparándose para la llegada del primer hijo, todas las páginas webs visitadas con info sobre bebés, la opinión de otras madres… el que optes por críar con apego, dormir con tus chiquitos en colecho, estar a favor de la lactancia materna y prolongada, no dejarlos llorar, utilizar el porteo… ¿Eso te hace una hippie y mala madre?
Pues sí, eso digo, que soy una mala madre y estoy orgullosa de serlo. No espero que mis hijos me lo agradezcan, yo se que estoy criando una familia con todo mi amor y mi mejor esfuerzo para que mediante crezcan se conviertan en adultos seguros y felices. Quiero seguir siendo una mala madre.
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Foto Any Fuchok
Grandes comentarios de grandes madres, muchas gracias =)
Yo creo que el sentido en el que somos MALAS MADRES, porque reprendemos, sí se puede entender. Hay ‘buenas’ madres que se la pasan solapando a los hijos. Yo también me considero una mala madre y ya que lo dicen las chicas de los comentarios anteriores soy una ‘Mala mamá humana’. Y como tú lo dices, quiero seguir siéndolo. Muy buen post. Te cuento que yo no me crié completamente con mi madre, viví mi adolescencia con mi papá y es más amoroso que ella… Quizá por el hecho de que ella nos abandonó un tiempo yo no me despego de mis hijas 🙂
Madres humanas es lo somos, eso de SUPER MAMÁS no existe!.. nos enojamos y regañamos porque lo que buscamos es educar y formar niños sanos en todos los aspectos.
mi pequeño es un encanto, pero también tienen sus ratos de demonio, igual yo saco lo mio y nos complementamos… Nos tocó ser padres trabajadores, mi esposo lo cuidó y trabajó en casa desde sus 45 días y yo trabajo desde mi casa en la empresa familiar desde hace 1 año (el pequeño cumple 2 en 2 semanas).. así que nos ha tocado estar juntos en cada calentura y resfriado.
Me encantó tu post…
seguiré pendiente de otras entradas!
saludos desde Sinaloa
No, no estoy de acuerdo en que seas mala madre. El que los regañes cuando la paciencia llega al límite es de humanos.. en ninguna parte leí que los golpearas, lo cual, a mi parecer, sí te haría mala madre.
Las reglas, límites y «regaños» existen en la vida REAL, en casa de la mayoría (por no meterme en problemas al decir TODAS)… eso no te hace ser mala madre… mala madre, insisto, a mi parecer, sería que nunca les marcaras límites… pues estoy segura que la vida se los marcaría y ahí sí sufrirían..
Ni mil talleres, libros, páginas web, blogs y pláticas nos van a enseñar a ser padres. Como lo he dicho, creo que cada una hacemos las cosas creyendo que es lo mejor para nuestros hijos. No creo que haya madre en el mundo que diga «voy a hacer esto para fastidiar a mi hijo o para complicarle la vida cuando sea adulto»… al contrario, las madres (casi todas)hacemos las cosas se hacen con amor y con un buen fin…
No nos hace mejores madres el darles pecho, el practicar crianza con apego o las mamás que practican el colecho… nos hace mejores madres el aprender de los errores, en criar y educar con amor, el darles tiempo de calidad, el cuidarlos, protegerlos, guiarlos por la vida y darles herramientas para que cuando no estemos puedan seguir este largo y complejo camino… nos hace mejores madres actuar con convicción, con seguridad, enseñar con el ejemplo.. pero, sobre todo, amar a nuestros hijos.
Justo el domingo pensaba algo similar al darme cuenta que no me alcanzaba el tiempo para bañarme, cambiarme, ir al super, armar pañalera, cambiar al hijo.. y estar lista a la hora que el marido había pedido … «debo ser mala madre porque me estoy quejando.. claro, porque en la semana la tengo «fácil» porque sólo estoy un rato con él»… pero no, después lo pensé bien y no soy mala madre.. diario me esfuerzo por ser la mejor, así como tú y como muchas que pasarán por aquí y que hay en el mundo.. simplemente SOY HUMANO.
Mala madre es la que no se preocupa ni ocupa, la que no ama. El resto, segun mi ojo catalogador, somos nada más que madres humanas. SI SEÑORAS!!! Seres humanos mortales falibles que dan lo mejor de si para atender a los seres q más aman en el planeta.
Soy una «madre humana» con lo bueno y lo malo. Orgullosa de serlo… y al q no le guste, q busque deidades en su iglesia amiga.
Besotes mamá humana… sos de las más copadas q he conocido!