Ideas para reciclar el material escolar

Se acaban las clases y comienzan las vacaciones. Y como salida de la memoria de todas las mamás llega esta escena. Llegan los niños a casa, se quitan el uniforme como desesperados, lo avientan lejos, la mochila queda en un rincón, mirando el festejo de los niños mientras ella pareciera triste al saberse abandonada.

¿Qué hace mamá? Vacía uno por uno lo que quedó de material de inicio de año: los libros, cuadernos, libretas, folios, de 15 lápices de colores solo regresaron tres. También llegó un borrador que no es de nuestro hijo si no de un compañero, restos de basurita del sacapuntas, la esquina de la mochila también trae un hilo colgando y un par de libros despegados… ¿Qué hacemos con todo este material?

Recuerdo que cuando era niña mi mamá nos hacía arrancar todas las hojas sobrantes de las libretas, más bien les quitábamos los anillos y las hojas quedaban de tal manera que los orificios no estaban rotos y podíamos ponerle una cinta muy bonita o un hilo para hacer una libreta nueva. Así de alguna forma nos ahorrábamos una o dos libretas para el curso que seguía.

La podíamos forrar con papel de algún personaje que nos gustara y hacerlo más personalizado, claro, eso era hace más de veinte años. Si bien ahora las escuelas son más estrictas con el material escolar, estas libretas recicladas a lo vintage las podemos utilizar en casa para otras cosas.

En todas las ciudades grandes existen en estos tiempos empresas que se dedican a hacer el reciclado de papel. Una idea interesante es juntar todas las libretas y papelería que ya usaron este año y poder llevarlas a estos centros. Así también hacemos algo por tener un mundo más verde y nos ganamos un dinero extra, que si bien no es mucho, podemos dárselo a los niños para su alcancía, y que ellos entiendan el valor y la responsabilidad de reciclar.

Expliquemos a los hijos que al reciclar el papel reducimos las emisiones de gases de efecto invernadero que pueden contribuir al cambio climático, y ellos están ayudando a que eso suceda, es una gran labor.

¡Los libros!

Uff, aquí si es un tema, primero podemos elegir los libros de lectura que podemos quedarnos en casa para que crezca su biblioteca infantil. Si no los quieren entonces podemos considerar regalarlos a niños de centros de cuidado, hospitales o menores de escasos recursos a los que un libro les ayuda en su educación. También tenemos los libros de trabajo, estos como ya están usados y rayados podemos incluirlos en la lista de las libretas y papelería que se llevará al centro de reciclaje.

Lápices, colores, plumones.

Los seguirán usando por un largo rato en su vida infantil, así que lo mejor es tener unos botes en casa, quizá adornados con su personaje favorito, para así poder usarlos cuando su maestra les deje tarea tengan los colores listos para trabajar y no salir corriendo a buscar unos nuevos a la tienda. Es buena idea tenerlos listos con la punta afilada.

Las mochilas.

Se usan mucho las de rueditas o de “carrito”, pero muchas veces no llegan completas a finales de año debido al uso rudo que le dan nuestros hijos, ¿entonces qué hacer? Si la mochila no está rota de las costuras, esa mochila se puede salvar y utilizar como backpack. Así que será muy útil para llevar a una clase de natación, una salida con los amigos o cualquier actividad que no necesite llevar su mochila escolar.

En estos tiempos económicamente difíciles, en nuestras manos está el hacer del ahorro una tarea básica en los integrantes de la familia. Si la mochila, la lapicera, la lonchera y demás material resistente han pasado con buenas calificaciones, bien podemos usarlos un nuevo año hasta que el ritmo de uso del niño la mande a la esquina.

¿Cuáles son tus tips para ahorrar en el siguiente ciclo escolar?

Foto Flickr/meddygarnet

Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.

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