Cada que llega la temporada de exámenes, ya sea bimestrales, semestrales o finales, los nervios de mi hijo se acrecentan. Y no es que sea un niño que no le guste el estudio, por el contrario, es un niño que saca buenas notas y su deseo es mantenerlas ¿pero a que precio?
Lo que como mamá me preocupa es el manejo del stress que en ocasiones lo tienen sin dormir, incluso siento que se presiona como si fuera un adulto cuando debería ser algo más fácil de realizar, en conclusión, su salud física y emocional es lo que me tiene alerta en esta temporada de pruebas escolares.
Los niños de hoy están sometidos a muchas pruebas de desempeño, cada nueva generación es más exigente en los resultados y los chicos por tener buenos porcentajes practican malos hábitos hábitos al momento de descansar, una mala alimentación, poco ejercicio físico y en ocasiones sobre estimulación con azúcar ¿Te suena familiar que tu hijo quiera estudiar mientras come una barra de chocolate o una galleta muy dulce?
¿Cómo podemos reducir su stress por la presión de los buenos resultados en los exámenes? Checa estas sugerencias que lo harán sentirse mejor en el proceso:
Una mascota en su vida hará magia
Los expertos dicen que acariciar a un perro o gato por varios minutos, libera en los seres humanos hormonas que aumentan la felicidad y reducen el stress. Si no está en tus posibilidades tener una mascota ubícale una planta muy linda y de bajos cuidados en su mesa de estudio.
Descanso correcto
Asegúrate que el sueño de tu hijo sea el correcto. No tiene que quedarse estudiando toda la noche para una prueba, lo que sí puede hacer es levantarse un poco más temprano para repasar previo al exámen que tendrá ese día. ¡Tendrá la cabeza más fresca!
Nutrición efectiva
Mi hijo cada que puede me insiste que los ingredientes de la pizza vienen incluidos en el plato del bien comer y aunque tenga razón no significa que le voy a dar una pizza para que alimente como parte de la vida diaria. «Dieta» no es sinónimo de «bajar de peso», por eso háblale sobre la «dieta saludable» y ofrécele fruta fresca que aumentarán su energía y podrá estudiar más animado. A evitar refrescos, comida chatarra, dulces o café, estos pueden ser un gusto de fin de semana.
Ejercicio
No tiene que ser de alto impacto ni tienes que pensar que lo vas a entrenar para los próximos Juegos Olímpicos. Practicar futbol con sus amigos, caminar por el parque 20 minutos, pedalear su bicicleta en un sitio seguro, saltar la cuerda… hay muchas opciones que son un gran alivio para el stress diario. ¡Inténtalo!
¡Quítale la presión!
Ser un estudiante de excelencia no garantiza que tu hijo será el próximo Albert Einstein o el nuevo Mark Zuckerberg. Es genial que quiera tener las mejores calificaciones, pero que esto no sea a costa de su salud. Cuéntale de grandes personajes que lo han logrado de las distintas formas y como fue su camino para llegar a donde están, pero con el cuidado indispensable para llegar al éxito.
Tu hijo es un ser inteligente y maravilloso, ¡tu labor es apoyarlo cuando más te necesita!
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