Querido Papá:
Vieras cuan agotada me siento hoy, ¡mi hijo me trae de cabeza! Cuanto me gustaría volver a platicar contigo y contarte mis experiencias como madre, como esposa, como mujer…
En estos días, todos los años, previos al 25 de marzo no paro de recordarte. Justamente los 24 por la noche revivo las últimas horas que platiqué contigo en el hospital, cuando tuvimos que salir corriendo de la casa porque se te había bajado la presión, luego que te hicieran un baño que te resultó delicado en ese momento… me dan hasta ganas de llorar, pero no lo haré Papi, quiero que tu recuerdo siempre sea con una sonrisa, no de más lágrimas hasta que me sea imposible contenerlas, porque además tengo mucho que enseñarle a tu nieto, a Héctor Luis, lo grande y fantástico que era su abuelo Luis Gilberto, porque sí papito, ¡mi hijo lleva tu nombre en tu honor!
¡Ay Papito! Como me haces falta.
Te extraño hoy y te extrañaré siempre, no pude tener un papá mejor que tú, le doy gracias a Dios por ponerte en mi vida, se que algún día nos volveremos a encontrar.
Gracias Cons =)
Casi lloro al leer este post, peródn si te hago recordarlo cuando no es necesario, pero no pude aguantarme las ganas de comentar. Te comprendo perfecto, bueno, tal vez no al 100 porque gracias a Dios yo aún tengo a mi papá conmigo, pero soy tan apegada a él como siento que tu lo eras con el tuyo y al igual que el pequeño Héctor mi bb lleva el nombre de su abuelo Pedro. Solo quiero mandarte un abrazo de empatía 😉