«Soy mamá de 8 hijos ¡y no me arrepiento!»

Hoy en entrevista les presento a Paulina Rivero, una madre mexicana joven y moderna que pasaría por una mamá común hasta que conoces que es mamá no de uno, ni de tres… Paulina es mamá de siete preciosos hijos. “¿Cómo es eso?” te preguntarás. “Una mamá con tal cantidad de hijos solo se veía en los tiempos de mi abuela”, pensarás. Pues es así, Paulina y su esposo Andrés, radicados en la ciudad de Querétaro en México, son los padres de cuatro niñas, tres niños y uno más que viene en camino para el mes de octubre.

Una familia que irradia felicidad, que practica el homeschooling y que la religión forma parte importante de sus vidas. ¿Pero cómo viven? ¿Cómo le hace para lidiar con los berrinches? ¿Cuál es su rutina? Esta y otras respuestas a continuación.

¿Cómo era tu vida antes de ser mamá?

Vivía con mi familia, clase media, normal, era tranquila, sencilla, estudiaba diseño gráfico y me gustaba volar ala delta; acabando la carrera me casé. Ya casada me gustaba viajar y tenía mucha ilusión de tener hijos.

¿Tu familia es grande? ¿Cuántos hermanos tienes?

Mi familia efectivamente es grande, somos seis hermanos y mis papás. Tengo tres hermanos mayores, una gemela y una hermana más chica, en total somos cuatro mujeres y dos hombres.

¿Cuándo te casaste cuál era tu plan de vida?

Formar una familia.  Nos mudamos a provincia, exactamente a Querétaro y ahí seguí estudiando una maestría en Educación.

¿Qué significa para ti ser mamá de ocho niños pequeños?

Es una experiencia muy bonita, algo que vale por todo el oro del mundo, es lo mejor que he hecho en mi vida, la verdad soy una mamá muy feliz y orgullosa de mis enanos. Ellos son increíbles, nunca te cansan con sus anécdotas. También es una gran responsabilidad y estoy segura que es el mejor trabajo del mundo, pues la familia es el lugar donde se está haciendo la sociedad.

¿Tu familia como te apoya en la crianza de tus chicos?

Mi marido me apoya educándolos, enseñándoles a tener un trato cordial con sus hermanos, a que sean educados con los demás, exigiéndoles a cada uno a su nivel sus responsabilidades, como hacer su cama, recoger su lugar cuando acaban de comer, a poner la mesa, que cooperen con las tareas de la casa. Incluye cuidar a los perros, tenemos tres Golden Retriever, los sacan a pasear y limpian el patio. Los hermanos mayores son, de manera natural, los mejores maestros de los menores. La dinámica de los hermanos es padrísima.

¿En qué consiste tu rutina diaria como mamá para poder organizarte?

Hacemos homeschool, así que el horario es algo diferente a lo común. Se levantan como a las 8:00 am, se visten, hacen su cama, y bajan a desayunar. Ayudan a poner mesa y luego a recoger cada quien su lugar, luego trabajamos algo en el iPad con algunas apps educativas, de matemáticas, lectura, rompecabezas, etc. También luego buscamos documentales en internet de algún tema que tengan curiosidad, como de dinosaurios, ballenas, cuerpo humano o de cómo funcionan las cosas o aparatos, muy variado.

Después la hora de la comida igual ayudan a poner la mesa, se sirve a las 3:00 p.m., esperamos a que estén todos sentados, se reza y comemos. Cuando acaban hay alguno asignado para lavar los trastes, aunque en esto solo entran los cuatro mayores, y los más chicos de vez en cuando lavan junto conmigo para irlos enseñando. La casa por supuesto que no es un museo, hay un desorden natural, pero nada que no haya en un hogar luminoso y alegre.

Por las tardes pueden dibujar, ver alguna película y los llevo a un centro de ejercicio tres veces a la semana en la que una día nadan, otro día es gimnasia básica y el otro son ejercicios de psicomotricidad. Después ya solo meriendan y a dormir como a las 8:00 o 9:00 p.m.

¿Cómo organizas la hora de la comida?

Se prepara un menú para todos, siempre hay alguno que puede repelar por algo, pero finalmente todos comen de todo y de lo que les sirva. En la casa no gobierna la ley del gusto. Pienso que enseñarlos a comer de todo es uno de los mejores favores que les haré en la vida pues sus posibilidades se volverán inmensas. El mañoso siempre ayuna.

¿Qué características tienen tus niños?

Andrés de 10 años, el mayor le encantan los dinosaurios, sabe mucho de todos y quiere ser paleontólogo.

Pedro de 9 años, es inquieto le gusta el fútbol y se aprende muchos datos técnicos de jugadores y de equipos, también le gusta mucho leer y los videojuegos.

Paulina de 7 años, es protectora con sus hermanos aunque también es organizadora y mandona, como buena mujer mayor de la casa.

Luz María de 6 años, es juguetona con sus hermanos más chicos, en especial con la menor de año y medio, la cuida mucho y juega con ella, se lleva bien con todos.

María José de 5 años, es intensa, inquieta, juega con todos, es muy alegre, de repente algo brusca y atrabancada, le encantan los vestidos, las historias de princesas, que todo sea rosa, es muy femenina.

Tomás de 3 años,  le gusta jugar con su hermanos grandes fútbol, con el mayor también juega con los dinosaurios; le gusta jugar mucho con cochecitos, aunque también como tiene tres hermanas arriba pues juega a las muñecas con ellas y toma parte en sus juegos.

María Cristina de año y medio, es muy cariñosa, da muchos abrazos, juega con todos y ya tiene su carácter, no le gusta que le quiten sus cosas y se las arregla para darse a entender a gritos y uno que otro manotazo cuando siente que la molestan.

Falta el octavo (a) que está a punto de nacer.

Como mamá experta, ¿qué es el mejor que te ha funcionado cuando los niños tienen un berrinche?

No hacerles mucho caso, si no les parece, pues pueden irse a llorar a su cuarto, y aguantarse, porque no hay de otra, cuesta como papá ser firme pero es lo mejor que me ha funcionado, ser firme y no caer en el juego del berrinche. Hay que saber quitarle el drama a las situaciones. Si como papá prometes con algo, cumple, y siempre cumplimos.

¿Que ha sido lo más difícil de ser mamá de esta generación con ocho niños, donde por las cuestiones económicas, demográficas y sociales se opta por tener de uno a tres hijos?

Si es latoso el ir un poco contracorriente, pero no hay que hacer caso de todo lo que escucha uno, porque nos volveríamos locos. Es en efecto una época que nos han vendido que una familia grande es una carga, lo es, pero la satisfacciones y el bien que hay es mayor. Las escuelas se han convertido en guarderías gigantes y los costos son elevadísimos. Los coches no son para estas familias. Y aun así vale la pena.

¿Por qué decidiste tener ocho hijos? ¿Va a seguir creciendo la familia?

Es que cada hijo es una bendición y cada vez que viene un hijo nuevo es una ilusión muy grande, para todos, ahora con este último que está por nacer los hermanos están muy al pendiente y ya lo esperan con ansias e ilusión. Tener hijos es siempre un acto de optimismo: vale la pena vivir. Cada hijo, cada persona, es de un valor infinito, no hay coche, casa, viaje o lo que sea que valga más.

Si por mí fuera tendría más hijos. Pero siempre pienso que voy uno por uno. Es como un gran viaje, cuando vas llegando a tu casa y te dicen ¿volverías a irte? contestas “ahorita no”. ¡Más adelante lo pienso!

¿Qué les puedes decir a las mamás que sueñan con tener familias grandes?

Que no tengan miedo, que sean valientes y que disfruten a sus hijos, que no duden en que habrá cansancio y sacrificio pero nunca se arrepentirán. Familias extraordinarias, necesitan soluciones extraordinarias y las hay.

Foto: Cortesía Paulina Rivero Lascurain

Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.

¡Sí­guenos en Facebook! Da click aquí Mamá de Alta Demanda.