Trabajamos al día con todos los requerimientos de nuestra profesión de madre: hijos, esposo, familia, casa, empleo, salud, deporte, compromisos sociales; más lo que se anexe. Sentimos que nos quitan horas al día y cuando llega el momento de dormir todavía tenemos en mente una lista de pendientes para el día siguiente. ¿Pero qué le vamos a hacer? ¡Somos mamás de alta demanda!
Las mamás de esta generación sentimos que vivimos bajo un mayor estrés que nuestras propias madres, ¿Pero cuáles son las principales preocupaciones? ¿Qué estamos haciendo frente a los niveles de estrés? ¿Qué nos quita el sueño, nuestras rutinas de salud y bienestar? Son tres factores fijos en nuestra mente:
- La preocupación de la salud familiar y la propia. Nada más preocupante que un chico enfermo, o peor, una madre enferma que no pueda cuidarlos.
- Las presiones de las finanzas del hogar y llegar a fin de mes con la despensa sin acabar. Hijos pidiendo cereal con leche que ya no hay y el dinero justo para terminar la quincena sin más dramas.
- El mantener en equilibrio el trabajo y las obligaciones en casa. Sacar todos los pendientes de la oficina y recordar que los platos de la cocina no se lavan solos. ¿Te suena familiar?
Deseamos mantener un estilo de vida donde la actividad física sea parte fundamental de nuestro día a día, inculcamos a los pequeños lo bueno del deporte y porque debemos practicarlo, así se nos vaya la tarde entre prácticas de natación o taekwondo. Hacemos un tiempo extra para poder mantenernos sanas y participar en algún tipo de acondicionamiento físico, ya sea ir al gimnasio, hacer fitness, yoga o pilates, ¡la idea es sudar!
Cuando esto no es suficiente y los niveles de stress, así como el poco tiempo no nos ayudan. Preferimos tener una experiencia en la que nos consientan y que al final nos hagan regresar más bellas de lo que somos ¡que lo somos, eh!
¡Lo merecemos!
Muchas veces los papás no entienden nuestro amor al tiempo en el salón de belleza, pero si nos hace sentirnos bellas y con una gran sonrisa, no deberían tener ningún problema. Un masaje, un corte de cabello, una manicura o pedicura están en el número de uno de cosas que nos gustaría hacer en nuestro tiempo libre. Bienvenida la experiencia relajante más esperada por las mamás, porque a fin de cuentas los problemas estarán allí pero los enfrentaremos con la imagen en el espejo como nos gusta verla.
Ir al salón por un despunte de cabello es más económico que ir solo al cepillado, porque te cortan y cepillan por el mismo precio. También algunos salones tienen promociones de dos por uno en manicura y pedicura. Podemos buscar opciones económicas en nuestras zonas, la idea es tomarse un respiro de belleza en el que tus hijos disfrutarán de una mamá muy guapa y sonriente ¿Por qué no?
Ser mamá es uno de los trabajo más exigentes del mundo, ¿Cómo te das un respiro?
Foto: Flickr/Fing’rs
Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.
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