#YoConfieso: soy mamá y tengo derecho a descansar

Hoy es uno de esos días en los que la maternidad va más allá de lo que puedo hacer. Mis hijos son lo más preciado que tengo, los amo con locura. Ser quién les dio la vida hace tan solo algunos años y sentir esa responsabilidad tan grande de tener que hacer todo bien en su crianza, esmerarme en su educación sin gritos, intentar ser la super mamá a veces me desgasta, como hoy.

¿Qué podemos hacer cuando nos sentimos en esta situación? Lo que yo hago es dar un grito de auxilio, primero a mi pareja, quién me da ánimo cuando mis fuerzas están a tope, y es que claro, también son sus hijos y compartimos la crianza. También considera pedir apoyo a tu madre o a tu suegra.

La maternidad es parte de eso, el sentir y vivir ese cansancio que ya se ha vuelto parte del sinónimo de la palabra madre.

Una frase que me ayuda a tomar un respiro para no morir en el intento, es repetir como mantra: “Lo estás haciendo bien, todo esto va a pasar”. ¿Qué es lo que pasa? Qué el cerebro funciona y escucha tus palabras, verás que todo cambia para mejor.

Amar te duele

Suena a título de canción, pero es una frase cierta. Nuestros chicos nos enseñan como los mejores maestros a que muchas de las satisfacciones de la maternidad van acompañadas de un pequeño dolor: es doloroso educar, doloroso su crecimiento y doloroso madurar como mamá.

El día que te sientas agobiada piensa que no eres la única, somos una tribu enorme de madres de esta generación que nos esmeramos en ser la mejor para nuestros hijos y sentimos que no damos esquina. Cuando esto pase date un alto y respira para descansar.

Querer abarcar todos los aspectos de super-mamá-perfecta-que-todo-lo-puede es prácticamente imposible y nos lleva a rutas insospechadas que nos harán sin duda desfallecer.

Busca un chance cuando ellos estén en la escuela o bajo el cuidado de otro adulto y así puedes:

  • Leer un libro sobre empoderamiento femenino
  • Ir de compras solo para ti (nada de ver cosas para ellos)
  • Invitar a comer a tu mamá
  • Hacer una cita en el salón para un manicure
  • Ver una película chick flick que esté en la cartelera
  • Escribir tu propio blog
  • Cocinar esa receta en el horno que siempre has querido probar

 

La idea con esto es darte chance de volver a reconectar con tu propio yo-mujer, y de esta forma darle un espacio a tu yo-mamá que invariablemente regresará, pero por lo pronto dile que tiene preferencia tu yo-mujer al que quieres consentir y que también tiene derecho al descanso.

Foto: vía

Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.

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