Cuando me convertí en mamá de mi primogénito fue una de esas experiencias de vida que te la cambian toda. Nada de lo que creías hasta ese momento se compara con la singularidad de criar a un bebé. Ni la ayuda de la mamá, la suegra o las amigas hacen lo que tus brazos para calmar a un inquieto chiquillo que solo quiere estar en los brazos de su mamá.

¿Qué tanto nos cambia la vida siendo mamá de dos? ¡A que te cuento!

¡Todos te hacen la misma pregunta!
Si tienes dos niños o dos niñas siempre sale la duda del adulto si vas a buscar el tercer bebé del sexo que no tienes, ¡como si fuera tan fácil!

No vuelves a dormir
Si ya podías descansar por la noche con los horarios del mayor regulados, ahora con el nuevo bebé llegan de nuevo las batallas por la lactancia de madrugada… mañana…tarde ¡y noche!

No vuelves a salir tan fácil
Las salidas al cine con tu pareja, las cenas con amigos o cualquier actividad de adultos es casi un cuento de hadas que alguna vez te contaron ¡Dicen que sucede!

La casa siempre luce igual
Por más que limpias, lavas biberones, levantas muñecos de Woody y Buzz por toda la casa y demás actividades, siempre encontrarás escondido un carrito de Rayo McQueen en el refri o dentro de la cuna.

El mayor se vuelve intrépido
Y es que ya no se se le puede dejar sin vigilancia o se sube a la mesa del comedor en un ratito que estás atendiendo la comida del bebé. ¡Quieren tu atención como sea!

Notarás marcadas diferencias entre el primero y el segundo
¿Recuerdas cuando te esmeraste preparando el recibimiento del mayor? Nada que ver con la tranquilidad de la llegada del menor, un abismo de distancia entre uno y otro.

La pañalera parece maleta de viaje
No solo llevas las cosas del bebé, sino que el mayor también querrá meter sus juguetes, su colchita favorita, un babero como su hermano y cosas que parecen interminables.

Amarás el reciclaje
Que si las dos son niñas pues a la menor le tocará usar cosas de su hermana mayor, que si lo que tiene es un hermano pues seleccionarás y se lo pondrás con un moño coqueto ¡Mucho ahorro!

Tus horarios cambian
No sabes cómo pero hiciste una siesta aprovechando que ambos estaban rendidos; cuando despiertas te levantas imaginando que son las 6 de la mañana y que el mayor quiere leche. ¿Así o más perdida?

¡El amor no se divide, se multiplica!
Cuando estabas embarazada solo pensabas en cómo ibas a querer al nuevo bebé si amabas tanto a tu primer hijo, y cuando nació fue ¡amor a primera vista!

¿Cuál fue el cambio mas significativo que tuviste al convertirte en mamá de dos?

Foto Disney Babble La.

Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.

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