#YoConfieso: Tener todo organizado, es mi obsesión

Cuando era niña recuerdo que pensaba que cuando fuera grande quería ser bibliotecaria, pensarán “que aburrido”, bueno, es que a mí me encantan las bibliotecas, las librerías, la mezcla de olores de libros viejos y libros nuevos, ver el orden que allí impera y el complejo trabajo de tener todo organizado para que quien lo necesite encuentre el libro en el lugar exacto donde tiene que estar.

Muchos años compartí recámara con mi hermana, y ella es más bien desorganizada, era un constante pleito el tener la mitad de la habitación en orden y la otra en desorden, supongo que es común entre hermanas, ahora lo recuerdo y me da mucha risa.

Esa manía de tener todo en orden la he mantenido hasta mi adultez con el acomodo de la ropa de mi esposo. Comienzo por ejemplo con las camisas, a veces las cuelgo en bloques de camisas manga larga, camisas manga corta, camisas sport, camisetas; chamarras y suéteres en la esquina y a la mano si es necesario.

Otra opción es que hago un arcoíris de camisas de colores, así entonces selecciona la que se quiera poner a como le pinte el día. Los pantalones los organizo en de vestir, casuales, jeans y más alejados los que no me gusta que se ponga. En fin que podría seguir hablando de ese clóset, entre zapatos, cinturones y demás cosas, que para mi satisfacción personal tiene que estar organizado como si fuera de tienda departamental.

Otro aspecto que tengo que tener en orden para mi paz mental es mi computadora, con mi trabajo como redactora tengo cientos de documentos de texto, así como fotos, apenas hace unos días los puse orden. Pude reorganizar mi información mediante títulos y fechas, también depuré las fotos ya publicadas.

El álbum de fotos sigue creciendo…

En mi archivo personal fotográfico estoy peor, comencé con mi acervo de fotos digitales en 2004 y no he parado, tengo casi 20 mil fotos y cada que me enfrento a esa carpeta pienso “tengo que organizar”. Sé que es un trabajo arduo y que solo puedo hacer yo, así que es uno de los trabajos que dejo para cuando tenga tiempo.

En cuanto a los niños casi siempre tiro la toalla, me pongo a acomodarles carritos, peluches, muñecas, pinturas, libros, juegos de mesa y demás, cada uno en su recámara. Pero más tardo organizando y dejando todo como le gustaría a cualquier mamá, que ellos agarrando cual niño en juguetería y adiós el trabajo de horas o incluso días, bueno, al menos lo intento.

El stress que me provoca ver los platos en otro lugar de la alacena, los recibos de cuentas en diversos cajones de la casa o los útiles escolares de los hijos en los lugares más inusuales, hacen que confiese que tener todo organizado en mi obsesión.

Foto Via

Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.

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