#YoConfieso: Soy mamá y me atrevo a ponerme bikini

Mi primer traje de baño coqueto me lo puse siendo una adolescente de 14 años, me lo regaló una hermana de mi mamá. Recuerdo que cuando me lo puse me dio tanta vergüenza la posibilidad de exhibirme en esa “cosa” como si fuera ropa interior y “¡que me vieran todos!”.

De verdad que solo de acordarme me río, y es que el bikini es una de las creaciones más coquetas que han revolucionado al mundo. Y aunque usar el traje de baño de dos piezas es lo mismo que estar en ropa interior, las mujeres no lo sentimos así, es casi una transformación de persona, en donde se incorpora lo femeninas y hasta sexys.

Y allí empezó mi diversión con los bañadores, súper cómodos, frescos, dinámicos, me encantan los de color negro en sus diferentes diseños, y feliz los lucía en la playa o la alberca sin rastro de panza o estrías. Hasta que ¡pum! llegó la panza de mi hijo mayor, y allí también lucí con orgullo el bikini a tope, me sentí la embarazada más guapa del mundo mostrando una redonda felicidad.

Cuando nació mi hijo pasó un tiempo para que volviera a usar un traje de baño, ya sabes, no me sentía segura con la flacidez, los kilos extra, las estrías y demás marcas propias del embarazo.

Así que recibí de mi esposo un guiño de “ponte tu traje de baño y vamos los tres a la alberca” y así a disfrutar en familia sin que me importara lo demás, que lo mejor de ello es estar juntos divirtiéndonos.

Ya con la figura recuperada otro ¡pum! el embarazo de la nena, y allí también me sentí la más guapa embarazada del mundo mundial, y es que si uno no se lo cree ¡no esperemos que nadie más nos lo venga a decir!

Lucí mi barriga como mejor pude, otro coqueto bikini negro, sombrero de ala ancha, lentes oscuros y ¡vámonos a la playa!

Hoy ya con mis hijos jugando hasta empanizarse de arena, la situación cambia, ya no tengo panza con bebé que presumir, solo queda una panza arrugada, con rayas blancas, celulitis que no quisiera que existiera y demás cariños que mis ojos no pueden evitar ver.

Pero aún con todo eso, mi consciente me dice “Quiérete, ¡eres linda!”, y pienso que habrá tanta gente en la playa o la alberca que lo que menos harán será volteara verme y mucho menos evaluarme. Ya sea que si estoy en línea o si tengo el estómago plano, lo que si se nota a kilómetros es la seguridad, las ganas de ser feliz, el amor a la familia y como disfruto ese momento. Si tú eliges usar un bañador completo ó short, camiseta ó blusa y faldita de baño, entonces que sea por tu elección.

Difícilmente nos veremos como las veinteañeras que no son mamás, lo importante es mostrar con orgullo tu maternidad en traje de baño, así que ¡si lo que quieres es lucir ese hermoso bikini date gusto!

Foto Via

Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.

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