Me encanta la temporada de verano y playa, donde solo queremos disfrutar de la caricia del sol y el agua refrescante.
Pero de toda tu vida, hay una época en que los cuidados deben ser más especiales, me refiero a cualquier momento de las 40 semanas del embarazo. Durante este tiempo os requerimientos tradicionales de cuidados por la temporada de verano deben extremarse, por el bien de la madre y del bebé.
Cuando estuve embarazada, no dudé en perderme las vacaciones, siempre con los cuidados otorgados por el ginecólogo quien me dio “visto bueno” para viajar, con la condición de cuidarme por dos.
En el embarazo de mi hijo mayor me cuidé al extremo, digamos que disfruté a medias porque sentía que era lo mejor. Mientras que en el embarazo de la menor, me di chance de disfrutar en plan más tranquilo, procurando de todas formas no hacer nada exagerado.
Traje de baño
Siempre fui una chica muy coqueta, y en esos días de panza redondita opté por lucir un bikini, ¡me sentía más guapa que nunca! Tengo unas fotos muy lindas que recordaré toda la vida. Pero recuerda que en esta etapa la piel se torna delicada y en ocasiones hay problemas de manchas como el paño. A tu look no dudes en incluirle un pareo, sombrero de ala ancha y lentes.
En el sol
Ya sea que disfrutes el alberca o mar es importante que te protejas, incluso aunque solo disfrutes del sol bajo una sombrilla o palapa. Recuerdo que yo tomé el sol con baja protección y mi pobre panza quedó muy roja. Lo mejor es usar un bloqueador con protección superior a 50 para que tu piel no sufra las consecuencias. Imagínate mi panza quemada y flácida tras el parto, fue bastante inexperto de mi parte.
¿Qué comer?
Recuerdo que me dijo el doctor “nada crudo o poco cocido, evita el agua que no venga embotellada, no comas en lugares poco higiénicos, el ceviche, sushi y ostiones considéralos para otra ocasión, porque si te hacen daño al estómago podrías deshidratarte y eso es peligroso, nada de bebidas con alcohol” y sobre todo “come como si fueras una niña”, con esa frase entendí todo.
¿Mar o alberca?
¡Las dos! Obviamente con los cuidados necesarios, si entras al mar observa que no haya marea alta, las olas altas y fuertes pueden golpear la panza. De preferencia hay que estar en la orilla y en áreas donde alcances con los pies. La piscina no tiene problema alguno, pero no entres sola, siempre acompañada de tu pareja o familiar adulto, recuerda que los calambres en las piernas no avisan.
Deportes
Aquí si más rotunda la restricción, “¡cero buceo, cero kayak, cero motos acuáticas, cero voleibol de alberca!”. Busca opciones como el yoga, masajes en los pies y espalda, paseos en la arena al atardecer. Igual habrá mamás que sus doctores les den permiso de actividades, eso depende del ritmo del embarazo que lleven cada una.
Agua
No hay vacaciones sin agua, pero en estas de verano es casi una obligación tener a la mano una botella con el cual puedas refrescarte e hidratarte en todo momento. Ya sea en playa, alberca, cena, caminata, de compras, descansando, en la tienda, etc, el agua es indispensable para todas las embarazadas que vacacionan.
¿Cuál de estos tips es el que mejor te funcionó cuando saliste de vacaciones estando embarazada?
Foto Via
Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.
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