Solo pensar en el momento llena de gozo el alma, y es que, ¿quién no desea disfrutar de tiempo con la familia? salir de la ciudad, sentir el sol, reconfortantes paseos, agua dulce de los ríos o agua salada del mar, bebidas deliciosas y todo dentro de una frase con nombre y apellido: “Vacaciones de Verano”. Todavía estamos en los últimos días de disfrute que nos marca el calendario escolar, muchas familias viajan esta semana a puntos turísticos para recargar energías, ¡al menos eso es lo que se pretende!
Las vacaciones a mi gusto tienen tres etapas
Los días previos. Son aquellos cuando comenzamos a preparar las maletas, hacer check con la ropa de los niños, no olvidar el protector solar, la cámara de fotos y demás cosas. ¿Llevas la ropa interior suficiente de la nena? ¿Los pañales contabilizados del bebé? ¿Las medicinas por si le da tos o gripe? Desde allí comienza el stress, pero todavía disfrutamos el placer de la organización. Buscar la ropa fresca, las sandalias más coquetas, todo lo que te sabes que te servirá en el destino y que no tengas necesidad de salir a comprarlo, vaya porque a nosotras no se nos va nada.
Los días de vacaciones. Llegaste al sitio, el hotel está muy bello, el calor más fuerte de lo que pensabas pero eso es lo bonito, disfrutar del verano como Olaf. Un día disfrutas de la alberca, otro día atacas el buffet, otro día las zonas turísticas, otro día la ciudad, y así… la playa se vuelve tu hit cuando en ese momento checas el calendario de tu celular y notas que solo te quedan dos días en el lugar ¿cómo pasó el tiempo tan rápido?
Te tiras cual iguana al sol a disfrutar de una piña colada… otra más… los niños llegan corriendo y dicen “mami, mami, métete a la alberca”, volteas a ver al padre con cara de “¿What?” cuando tras tus lentes oscuros lo observas que solo te dice mediante señas “relevo”, ok bueno ni hablar, ¿cuál descanso?.
Así tu día, desayuno de waffles, huevos, chilaquiles, frijolitos, fruta, pan, café… más alberca, jugar con los niños, platicar con el marido, más agua de alberca, más brincos, vuelves a comer, sales a caminar, las horas siguen pasando y el cansancio de las vacaciones aunado a la tristeza de dejar el paraíso se hacen presentes.
El último día de la estancia es la mamá quien se pone las pilas con las maletas (como siempre) y pone junta la ropa limpia, separada la ropa sucia, guarda zapatos, sandalias, trajes de baño, cepillos de dientes, compras, regalos para la abuelita, cámara, llaveritos que los niños necearon en la plaza comercial y la lista sigue… ¿No se nos olvida nada? Pides ayuda a gritos, mientras la familia poco coopera o ve televisión tras quemarse la espalda por falta de bloqueador, y es que no lo reconoces, ¡traen un color muuuy serio!
Mientras el esposo dice: “Ya metiste los boletos, checaste el horario, no nos vaya a dejar el autobús/avión”, claro que también eso está organizado por la súper mamá que no deja que nada se le escape, ¡Dios nos dio ese súper poder!
Los días post vacaciones. ¡Aaawww! Nos cargamos un dolor de cuerpo que ¡Dios nos cuide!, pero bien que nos atrevimos a la moto de agua, caminamos como desesperadas buscando cosas bonitas por los pasillos de la plaza comercial, y nadamos como náufragos alrededor de toda la alberca con nuestros niños.
¿Y la panza? Bonita, redonda y brillante que parece que tenemos al menos cuatro meses de embarazo, eso de comer libremente en vacaciones no debería estar permitido por el gobierno, ahora nos tocará aplicarnos con una dieta marca ‘morirás’ y hacer unos 5 kilómetros diarios sin excusas ni pretextos para volver al camino saludable.
El marido de regreso al trabajo y como por arte de magia se carga de la energía que de allí emana y desaparece la sonrisa vacacional; los niños siguen felices brincando porque la energía no acaba para ellos, y es que así funciona esto del verano, como un sueño del que no queremos despertar.
Y es por eso que digo: ¡quiero vacaciones de estas vacaciones!
PD. Cualquier semejanza con la realidad es pura coincidencia.
Foto: Flickr/Neil Rickards
Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.
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