Hace un tiempo llevé a mi hija con su pediatra porque tenía varias noches quejándose de que le dolía la pierna, hubo un momento en que la carita se le transformaba en llanto y yo me volvía loca pensando que hacer en medio de la noche.
Mi solución rápida fue darle un jarabe para el dolor, con lo cuál logré calmarla y se volvió a dormir. Cuando volvió a suceder ya no lo dejé en manos del jarabito-salvador si no que rápido hice cita con el médico quién me explicó que lo que mi princesa padecía eran los famosos “dolores de crecimiento”.
¿Pero exactamente que significa ese término? Platicamos con la doctora Adriana Damián, médico general, sobre este padecimiento, y esto fue lo que nos compartió al respecto:
¿A qué necesitamos estar alertas las mamás para saber si nuestro hijo padece los «dolores de crecimiento»?
Muy pendientes de cuando le duelen las articulaciones, sobre todo en la noche, que aunque duelen mucho no son incapacitantes.
¿Qué tipos de actividades infantiles hacen que aparezca este padecimiento?
No hay pruebas sólidas que demuestren que el crecimiento de los huesos provoca dolor. Las causas más probables son los dolores y los malestares que se producen por saltar, trepar y correr, algo que los niños activos realizan durante el día. Los dolores pueden aparecer después de que un niño haya tenido una jornada especialmente deportiva.
¿Cómo ayudar a mi hijo si notamos que tiene estos dolores?
Con terapia de calor local, masajes, fomentos o compresas tibias, cremas con analgésicos, ciertos ejercicios de calentamiento. Pregunta antes a su pediatra cuál es el indicado para tu hijo.
¿Cuándo es el momento de llevarlo al médico, bajo que circunstancia?
En caso que los remedios caseros sean insuficientes, cuando el niño tenga limitaciones para sus actividades cotidianas, que le impidan descansar plenamente, notemos inflamación de sus articulaciones ó cambio de color en alguna de ellas.
Los síntomas del dolor de crecimiento desaparecen normalmente por la mañana. Mi hija los ha padecido especialmente los días de mucho ejercicio físico como su clase de deportes, el día que el toca ballet o incluso cuando tuvo un día físicamente exhaustivo jugando en el parque. Otras ocasiones cuando se avecina lluvia por la noche, por lo cuál a manera de broma le decimos que es nuestro reloj meteorológico.
¡Acude a tu médico de confianza ante cualquier duda!
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