Uno de los recuerdos más hermosos que tengo de cuando era niña era visitar la casa de mi abuela, ella vivía a tres horas de mi propia casa en un pequeño pueblo que lleva por nombre Tenosique. Una hermosa zona del sureste de México donde la madre Tierra rindió tributo al color verde.
Jugaba con mi hermana menor y mis primos, caminábamos a la orilla de su malecón con su hermoso río Usumacinta, el aire se respiraba tan puro que recuerdo llenar mis pulmones con su aire fresco.
Seguro tú también tienes recuerdos de tu infancia, en donde la naturaleza te hacía disfrutar de juegos y momentos felices. ¿No te gustaría lo mismo para tus hijos? ¡A mí sí!
Nuestra vida moderna a veces no nos hace darnos cuenta del daño que le hacemos al aire que respiramos y a todo el medio ambiente. Como familia podemos implementar estrategias que ayuden a que nuestros niños también disfruten respirando tardes frescas como las que tuvimos en nuestra infancia.
Checa los seis tips de cómo hacemos equipo en familia para ser Pro Aire:
- 1. Muchas personas barren las hojas que caen de los árboles e inmediatamente las queman. ¡Eso es dañino para la respiración de todos nosotros! Lo mejor es reunirla para composta ¡Comienza a practicarlo en familia!
- Si les gusta disfrutar de picnics en parques o acampar, evitemos hacer fogatas en los bosques o la ciudad. Enseñemos con el ejemplo.
- ¿Sabías que los olores de las pinturas tan bonitas con las que decoraste tu habitación, despiden sustancias que se evaporan en la atmósfera? Como adultas no olvidemos cerrar los contenedores y enseñarles a los niños que hacerlo nos beneficia en la salud.
- ¡A mi hija le encantan las duchas tibias! Como mamá siempre le platico del cuidado de los recursos naturales, y que para que el agua que hay en casa esté con esa temperatura se debe al gas natural. Cuando salimos de vacaciones siempre apagamos el piloto del calentador, de esta forma no se consume gas y apoyamos la economía familiar.
- El ahorro de electricidad es básico en mi hogar. Optamos por cambiar la iluminación interior y ahora solo usamos focos ahorrativos. ¡El cambio lo vimos inmediato en el recibo de la luz! y claro, con ello apoyamos a la menor emisión de contaminantes del aire como resultado de su producción.
- ¡Reutilizar! Una de mis palabras favoritas. La aplico para donar la ropa que ya no nos queda, regalar los juguetes que mis hijos ya no usan, y hacer cosas tan sencillas como compartir el coche en los traslados escolares es un beneficio común.
Hay muchas formas en la vida diaria con las que podemos enseñar a nuestros hijos a reducir el uso de contaminantes en nuestro medioambiente. ¿Tú como lo practicas en casa? ¡Déjanos tu comentario!
Foto: Getty para Disney Babble LA.
Post escrito por Any Fuchok y publicado originalmente en Disney Babble Latinoamérica.