Dame, Señor, la cordura para poder hablar a mis nietos del amor que mi ser contiene.
Dame, la oportunidad de besar su frente por las noche y en cada amanecer.
Quiero pedirte que des luz a mis ojos para disfrutar con ellos de sus sonrisas, de sus cambios de voz.
Quiero que cuando ellos miren mi lento andar comprendan que la vida está hecha de pasos y de caídas, que todo es aprender y llegar a amar.
Es mi ilusión que al verme ellos de la mano de su abuelo/a , sepan que el amor nunca termina.
Deseo que cuando me escuchen orar, con el pasar de los años entiendan que siempre deben recurrir a tí, pues eres el camino, la verdad y la vida.
Señor, te pido que les des valentía para soñar y ánimo para perseguir sus sueños, que nunca abandonen al niño que tú le has colocado dentro.
Te pido que tengan la capacidad de ver hacia adelante, de caminar sin atropellar a nadie, de abrir nuevas metas y nunca sentirse derrotados, de ser humildes ante toda tu Creación, respetuosos de lo que los rodee, amantes de los gestos del hermano, compasivo ante el dolor, generosos y magnánimos ante el caído.
Amén
Autor: Padre Guillermo Serra
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