Miedo al maltrato hospitalario en el parto

Es lo que siente mi hermana, es lo que más le preocupa de llegar a la «hora cero», el que las enfermeras no la apoyen, le griten, no le tengan paciencia por ser mamá primeriza, a escuchar soezes como «así no gritabas cuando lo estabas haciendo», a padecer de tactos innecesarios… y otros etcs que ya no recuerdo, la lista es larga…

Ella ya va lista y conciente al parto, lo hemos hablado bastante y ha sido una buena aprendiz de madre, ha tenido oídos pacientes y ha abierto su corazón para los consejos de mi mamá, nuestras abuelas, tías y sus amigas, otras jóvenes madres.

El maltrato hospitalario a las parturientas es tema común, ocurre en hospitales públicos y privados, no es nuevo, todas tenemos historias que contar, unas de terror oscuro y otras de terror «light» pero a fin de cuentas terror. Yo no tuve un «gran» cuento de terror, pero mi primer parto lo sufrí mucho, mi inexperiencia y que cada vez pedía más epidural…

Cuando ya faltaba poco eran tantos mis gritos y llanto que el pediatra que recibiría a mi hijo me regañó y me dijo que si seguía así mi hijo no saldría… según él lo estaba aspirando en cada grito, ahora lo pienso y me da risa, más bien creo que ya estaba comenzando la hora de sus citas pediátricas ¡y yo lo estaba retrasando!

Me hubiera gustado contar con alguien que me guiara con información en mi primer embarazo, también que con su experiencia me tranquilizara, que me dijera que no todo puede ser perfecto aunque lo querramos, que el parto no es la experiencia traumática que nos ha mostrado las peliculas de Hollywood si no la comunión entre una madre y su pequeño hijo.

La verdad es que no hay palabras, el trabajo de parto en todas sus fases es la experiencia más fascinante, sublime y dura que vive una mujer. En nosotras está la desición de sufrirla o disfrutarla, así, con todo el dolor que significa parir. «¿Y la cesárea?» se preguntarán, ¡también duele! y sí, claro que duele, eso me han dicho, que tampoco es fácil, y no creo que sea menos el mérito, pero yo estoy a favor de una cesárea que se practica cuando la salud de la madre o el hijo está en juego, ya que cuando se hace solo por gusto se rompen y retrasan muchos vínculos creados por la naturaleza para la mamá y el bebé.

Acabo de ver este video, sobre las frases que como futuras mamás nos hubieran gustado escuchar antes de nacer nuestro primer hijo y de verdad que son alentadoras, estas son las que más me gustaron: «Millones de papás sobreviven el insomnio», «Está bien tomarse un respiro», «Tu madre tenía razón», «Vas a cometer errores», «Perdónate a tí misma», «Tú eres la experta», «Estás a punto de conocer el verdadero amor», «Deja que la abuela lo consienta» y este es el mejor: «¡Confía en tus instintos!».
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3 Comments

  1. Anonymous at

    Soy enfermera, y al igual que nuestras pacientes, también hemos sido madres.
    En lo personal procuro que la paciente se sienta lo más cómoda posible, aún así, por la situación que atraviesan, muchas veces tergiversan las situaciones normales de un hospital.No todo son experiencias de «terror» como dicen, yo te podría contar miles de historias felices, más que las malas que cuentan.

  2. Anonymous at

    10 Ideas para no olvidar

    • Cuando vayas a la farmacia, a comprar cualquier medicamento, recuerda que millones de personas no tienen acceso a los medicamentos esenciales.

    • Piensa, cada vez que veas la picadura de un insecto, que en muchos países, eso es mortal. Los insectos transmiten la malaria, la enfermedad del sueño, el chagas…

    • Cuando compres algún mueble o accesorio para tu casa, sé consciente de que mucha gente sería feliz con una mosquitera.

    • Imagina que en tu país, el uso de preservativos está rodeado de supersticiones, y no son fáciles de conseguir, o la gente no los conoce.

    • Cuando vayas a visitarte al médico, imagina que él tuviera muchísimos pacientes haciendo cola, y con enfermedades muy graves. ¿Cuánto tiempo esperarías? En algunos países, los enfermos han de desplazarse muchos kilómetros para ser atendidos y en muchas ocasiones no hay médicos que los atiendan.

    • Sé consciente, si visitas un hospital, de que es un templo de lujo de la salud. Los hospitales en los países en desarrollo tienen instalaciones muy precarias. Intenta imaginarte en una de esas camas.

    • Si utilizas algún tipo de tratamiento contra la celulitis, la caída del cabello, antiedad… eres parte de un mercado muy interesante, porque puedes pagarlo. Por ello, los laboratorios investigan en esas líneas cosméticas, y no lo hacen para las enfermedades olvidadas. Si tuvieras malaria y vivieras en África, no podrías pagar el tratamiento que te salvaría la vida.

    • Cuando te da pereza visitar al médico, o un tratamiento te resulte fastidioso, recuerda cómo sería no poder hacerlo.

    • Cuando te duela algo, piensa en todo lo anterior.

    • Difunde esta campaña, para que cada vez haya menos olvidados.

    Por favor, acepta este comentario en tu blog, es una campaña de MSF.