Conozco muchas emprendedoras, en mi vida diaria, en el internet, las amigas de mis amigas…

Todas ellas con diferentes razones para querer emprender un negocio, una de las primeras razones es la necesidad, otra razón son las ganas de sentirse independientes y manejar su propio dinero, otra el costear más y mejores cosas para sus hijos… las razones son muchas.

El contexto de la crianza con apego ha tejido un mercado con gran iniciativa, mujeres entusiastas que viviendo en esta generación de crisis de empleo y sueldos bajos, han tenido que tomar de su ingenio y las necesidades creadas para poder salir adelante.

Hoy muchas, muchas de verdad, han salido a la venta con sus pañales de tela, rebozos para cargar a sus bebés (llámese Mei Tai, Fular, Pouch, etc), libros con consejos sobre técnicas de crianza, camas adosadas y una enorme variedad de productos que apenas hace unos años no conocíamos, y hoy a la maravilla del internet lo tenemos al alcance de un click. Solo les puedo decir ¡Felicidades!, por la valentía de emprender y apostar por las formas de crianza naturales para los pequeños.

¡Somos muchas!

Un millón de mamás con diversos títulos: las que venden productos por catálogo, las que traen ropa de USA y la colocan a «pagos», las fotógrafas en los eventos escolares, las misses, las afanadoras, las secretarias, las policías, las periodistas, las bailarinas, las cantantes, las artistas, las blogueras, las directivas, las que soportan un jefe nefasto.

Las que hacen una comida al día, las que se pelean en el tránsito por llegar a tiempo a la escuela, las enfermeras, las abuelitas, las que suben a pozo, las extranjeras, las locales, las costureras, las locutoras, las masajistas, las doctoras, las taxistas, las jefas, las cocineras, las ingeniero, las diseñadoras, las modelos, las chef, las traductoras, las administradoras, las contadoras… ¡la lista es muy grande!

Y el punto es que todas podemos emprender, y no se debe quedar solo ahí, es casi una orden, «debemos emprender«, primero en lo que sabemos y si no podemos hasta en lo que no sabemos, lo importante es no quedarnos estancadas y permitir que el mundo y la vida nos pasen por encima. Por ti y por ellos… porque ellos, los pequeños enanos que ves corriendo por tu casa saben que mami en realidad en una «Super Mami».

Si las mujeres dirigieran los caminos del mundo… si las mamás abrazáramos más a nuestros hijos…

Y no solo es un sueño. Está en ti. ¡Hazlo!

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